Si eres propietario o propietaria de un negocio, bien sea desde hace relativamente poco o desde hace años, sabrás lo importante y a la vez complicado que puede resultar dirigir a tu público objetivo hacia el producto o servicio que ofreces. Posicionar una marca o negocio es complejo, hacer que los clientes lleguen solos y mantenerlos, ocuparse proveedores, factores de marketing como la publicidad, y todo lo relacionado con el ámbito empresarial.
Supongamos que tienes un negocio o una marca que creaste hace años. En su día, te costó ganar cierto posicionamiento, a día de hoy, has sobrevivido a lo que esperamos que sea los peores años de crisis, y ahora, te enfrentas a una oleada de nuevos competidores: marcas jóvenes, con iniciativa y con ideas frescas. ¿Cual es el valor que impulsa el crecimiento de de estas empresas y las convierte en rivales competentes? Muy fácil, la apuesta por el DISEÑO.
A día de hoy, cuando la competencia es más palpable que nunca y donde los medios de comunicación (publicidad, redes sociales, etc.) han ganado tanta influencia, el diseño ha pasado a ser no solo un factor opcional, sino una herramienta indispensable para cualquier estrategia empresarial.