Probablemente, la palabra ‘reinventarse’ haya sido una de las más sonadas durante el 2020. Y es que, durante la cuarentena, muchos emprendedores y empresas han tenido que dar la vuelta a sus modelos de negocio para poder adaptarse y afrontar las adversidades que este catastrófico año nos ha traído.
Únicamente cuando salimos de nuestra zona de confort, ganamos la perspectiva suficiente como para evolucionar como personas o como negocios y darle un nuevo enfoque que nos dirija hacia nuevos clientes o que nos ayude a gestionar nuestro modelo de negocio de una forma más adaptada a las nuevas necesidades que van surgiendo.
No vamos a negar que el año 2020 ha sido y sigue siendo desconcertante, lleno de incertidumbres y demás connotaciones negativas que hacen que nos hayamos estancado o que no consigamos ni los progresos ni los beneficios que estábamos consiguiendo anteriormente. Pero aquí va un apunte personal, y es que el dinero se sigue moviendo, pero en otra dirección.
Hay que saber cuáles son nuestras posibilidades, qué hemos aprendido estos años atrás y transformarlo en oportunidades. A veces, nos tocará aprender cosas nuevas y desaprender aquello que tanto nos costó hacerlo. Meternos en terrenos donde imaginábamos que no sería necesario hacerlo y olvidar cosas que tan bien nos han venido en el pasado. Pero se trata de eso, de reinventarse, de mediar con el cambio y saber aprovechar las oportunidades, porque haberlas siempre las hay.