Interiorismo Mid-Century.
Para este proyecto de interiorismo residencial, partimos de una construcción del año 1900 propia de zonas de huerta y labradores, realizada con materiales pobres típicos de principios del siglo pasado: techos de cañizo, particiones de mampostería, y un corral o gallinero reservado a los animales de trabajo. Una vivienda familiar propia de minifundios, ubicada en Castellón.
De planta rectangular, con apenas 4 metros de fachada pero 25 metros de profundidad y distribuida en dos plantas, la remodelación completa de esta vivienda nos planteaba diferentes retos.
Por un lado, la zonificación y distribución de las estancias debía adaptarse a las necesidades de hoy en día. Esto entraba en conflicto con la zonificación que heredamos de la vivienda original, donde los espacios eran estrechos, oscuros y angostos. Para darle solución y conseguir áreas más diáfanas, se propuso el derribo total de las particiones interiores, dando lugar a una distribución completamente nueva y que respondía a todas las necesidades del proyecto.
Por otro lado, la optimización de la luz natural era fundamental para acabar con esta percepción de ‘casa tubo’ con dos únicas fuentes de luz solar, la fachada delantera y la trasera. Con espacios diáfanos, limitando los paramentos verticales a lo imprescindible, particiones de vidrio y apoyándonos de una decoración neutra con colores vivos y materiales neutros, conseguimos que el edificio oscuro que visitamos la primera vez se transformase en una vivienda práctica, luminosa, acogedora y con un caracter Mid-Century que define al máximo el estilo de la propietaria.